Queremos presentarte otro local con mucho encanto, esta vez en Onda, en la Calle Ausias March 45: el Druida Bar.
Y vas a tener el placer de conocerlo de primera mano a través de las palabras de su dueño, Manu Llorens.
¿Cómo nace Druida Bar & Drinks?
Nace en 2017 con el apoyo incondicional de mi mujer, sabedora de que este era mi sueño, hace ya 14 años con el propósito de marcar la diferencia con el resto de locales y a día de hoy hemos conseguido ser un referente a nivel provincial dentro de la coctelería. Todo por mi afán de crecimiento a nivel profesional. Después de haberme dedicado toda la vida a la hostelería, tenía la necesidad de embarcarme en solitario con un proyecto sólido y así poder darle forma a todas mis ideas.
¿Cuál es el concepto?
Coctelería y respeto máximo a los líquidos que hay dentro de las botellas de nuestra contra barra y su historia. Podréis encontrar una gran variedad de todo tipo de destilados de todo el mundo y sobretodo, españoles. Le damos una gran importancia a nuestros destilados y siempre estamos en continua rotación de stock para poder estar ofreciendo siempre novedades a nuestros clientes.
¿Cómo es el entorno?
Estamos en el centro de la ciudad, en un conjunto de calles muy tranquilas con un vecindario de toda la vida. Tenemos el Teatro Mónaco a escasos metros, y el ayuntamiento y el casco histórico a menos de cinco minutos. Onda es una pequeña ciudad a las puertas de la Sierra de Espadán, con una gran tradición azulejera, cerámica y agrícola.
¿Cómo definirías su diseño?
De corte moderno, con una gran importancia a nuestra barra. Quería tener un lugar donde nuestra clientela se encontrase como en casa, pero sin perder el gusto por lo moderno. Me encontré un local diáfano e hice una gran inversión para, primero, insonorizar el local, posteriormente climatizarlo de una forma potente, ya que los veranos son muy cálidos en nuestra zona, y finalmente elegir unos colores característicos para ser reconocidos. También tenía mucha importancia nuestra barra, ya que es el principal reclamo de un local con nuestras características, de ahí que la vistiéramos con mucha contra barra. Se trata de una barra cómoda para trabajar, gracias a su anchura de 1 metro de paso.
¿Cóctel estrella?
Rock and Ron. Este cóctel es nuestro ojito derecho. Se trata de un trago diseñado por nuestro equipo de trabajo, para una campaña de coctelería a nivel local en 2018. Fue tal el éxito, que lo introdujimos en la carta como homenaje al trabajo en equipo. A día de hoy es el trago más vendido. Se trata de una base de ron añejo, zumo de naranja natural, puré oxefruit de maracuya, licor de melocotón, almendra y frambuesas majadas.
¿Recuerdas tu primera carta?
¡S¡! La lanzamos en 2016 después de varios años trabajando la coctelería como un producto de promoción para, de esta manera, poder descubrir a los clientes nuevos sabores. Cuando nos lanzamos, el trabajo de años atrás promocionando la coctelería, nos ayudó a que la carta tuviera muy buena acogida.
¿Cuántos cócteles tenía?
Siete. Recuerdo que eran 6 con alcohol y uno sin. Se trataba de una carta de autor pero con sabores “comerciales”. Tuvimos un cóctel que se vendió muy bien, se llamaba Pink Floyd, a día de hoy sigue siendo solicitado por muchos clientes. También recuerdo que hicimos un trago color esmeralda con sabor a chocolate, Emerald Rum, me costó muchísimo conseguir el sabor, y luego fue el trago menos vendido de la carta.
Y ¿cómo es la carta actual?
Tiene 18. Es nuestro 5º menú de coctelería. Tras varios años creando más de 100 cócteles de autor, en 2020 tuve la necesidad de poder ofrecer una carta en la que la coctelería clásica fuera protagonista. En esta tenemos 12 tragos clásicos y 6 cócteles de autor, 3 de ellos colaboraciones.
¿Qué dos cócteles del local nos puedes recomendar?
Rock and Ron y nuestra Margarita.
¿Qué hay que tener en cuenta para crear un espacio, lo fundamental del local?
Su parroquia, la parroquia es la clientela, el objetivo es que esta clientela tenga la necesidad de ir a misa, al menos, una vez por semana. Que sea gente sana, que los problemas se queden de la puerta hacia a fuera y que vengan a disfrutar. Nuestro hashtag es #VolemSorprendreVos, una declaración total de nuestras intenciones.
¿Alguna anécdota en Druida que no puedes dejar de contar?
Dos horas antes de la apertura aún teníamos los andamios de los pintores dentro del local y unas máquinas de secado para las paredes… ¡Pensábamos que no llegábamos!
Y ya con el local en marcha, conseguimos hacer un equipo genial. Llegado el momento del cierre, hacíamos nuestras ‘raves’ particulares para hacer del momento de la limpieza, la carga y la puesta a punto para el día siguiente, un momento de fiesta con todo el equipo, poniendo nuestra música y brindando por esos días de trabajo tan duro. Ahora, con todo esto del covid, se ha ido todo este ritual al garete…
¿Qué cócteles le gusta beber a la gente que acude al local?
Se fían muchísimo de nuestra coctelería de autor. Como decía, el Rock and Ron tiene muy buena aceptación, pero también nuestro Arraps i Caricies, con base de Ron orgánico, mango y coco o nuestro Vaiana elaborado con el sirope de Oxefruit Pop Corn y presentado en un paquete palomitas.
En cuanto esta pandemia pase, ¿cómo ves el mercado?
Quizás con alguna pequeña diferencia, pero va a haber un resurgir brutal y hay que estar a la altura. Los que lo consigan, tienen el futuro asegurado.
¿Se ha reinventado la forma de negocio, la oferta?
De manera provisional, obviamente. Nosotros hemos creado un servicio de coctelería de pandemia con coctelería a domicilio con una gran aceptación, pero todos esperamos que todo vuelva a su cauce.
Druida Bar & Drinks es un local en el que los clientes cuanto entran por la puerta descubren la única coctelería de la comarca de la Plana Baixa. Y se sienten afortunados ante la posibilidad de pedir tragos que no van a probar en ningún otro lugar. Encuentran un local que cuida la música, que no se dejan llevar por modas musicales de paso. Y disfrutan de un espacio tranquilo y acogedor. Por todo esto, los clientes valoran este local y siempre vuelven, porque siempre tienen un motivo para hacerlo: ser sorprendidos.