Manu Llorens Porcar – Bartender de Druida Bar

¿Cómo llegaste a ser bartender?

Vengo de familia hostelera, toda la vida me he dedicado a lo mismo, aunque en 2011, por una situación personal, hubo un punto de inflexión en mi vida, e hizo que me decantara por hacer lo que realmente me llena.

 

¿Dónde empezaste?

Empecé con 16 años en Els Jovens, un bar de mi pueblo, de camarero. Anteriormente ayudaba a mi madre en ‘El bar de la cancha’, un bar que regentaba en el campo de tiro. Mucho antes, cuando tenía 5 añitos, mis padres ya regentaban ‘El bar de la cámara’, un bar que había en el edificio principal de la Caja Rural, del cual guardo bonitos recuerdos de mi infancia. Recuerdo que mi madre me enseñaba a hacer cafés subido en un cajón de cerveza, porque me quedaba muy alta la cafetera y quería aprender a hacerlo.

 

¿Tuviste algún maestro o fuiste autodidacta? 

Soy 100% autodidacta, aunque siempre me he dejado influenciar por los profesionales de mi entorno y que me dan confianza. Jesús Martínez o Toni Cortés, entre otros, siempre han sido un gran apoyo para mi.

 

¿Qué fue lo que te enganchó definitivamente a esta profesión? 

Enganchado he estado siempre y sigo estándolo. Pero el hecho de poder compartir locura con otros amigos que se dedican también a esto, es un puntazo.

 

¿Recuerdas tu primer cóctel? 

 ¡Y tanto! Pink Floyd; el nombre se lo puse por un cliente/amigo que lo vio, lo probó y dijo: «¿Esto qué es, un Pink Floyd?». Es un trago que preparé para Teichenné, casa de la cual soy embajador. Llevaba un majado de frutos rojos, zumo natural de lima y naranja, triple seco, ginebra y hierbabuena.

 

¿Qué cóctel has hecho que te haya hecho mayor ilusión? 

Parecerá una tontería, pero teniendo en cuenta que estamos en un pueblo, me hace ilusión que me pidan un clásico, el que sea, por ejemplo, el primer Dry Martini que me pidieron parecía un niño entrando en la barra (sonríe).

 

¿Qué cóctel has hecho que te haya hecho pasar vergüenza? 

Soy algo sin vergüenza…

 

¿Un cliente famoso que hayas atendido? ¿alguna anécdota con él o ella?

 Varios, no sé, quizás por ser de Onda, el actor Víctor Palmero. Simplemente decir qué es un pedazo de profesional y muy majo. No recuerdo que trago pidió, la verdad.

 

¿Qué es con lo que más disfrutas de tu profesión? 

Con todo, pero destacaría esos momentos en los que vas de culo y el servicio se convierte en un espectáculo casi sin querer. Digamos que me gusta trabajar con mucha presión, por lo tanto, cuanto mayor sea la cantidad de faena, mejor respondo.

 

¿Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?

De lo que es puramente mi barra, ¡hacer la vajilla! (Sonríe). De la competencia, la falta de formación y por lo tanto, de respeto, casi involuntaria, a la profesión.

 

¿Cómo ves el mercado actualmente?  ¿Hacia dónde va?

Lo veo que somos tendencia. Vamos en muy buena dirección, el camino es, profesionalidad y formación, es responsabilidad de todos, que los clientes entiendan nuestro oficio y sigan confiando en los profesionales a la hora de tomar una buena copa.

 

Como profesional que llevas años trabajando en esto, ¿qué tendencias puedes prever?

Coctelería saludable, tragos sin alcohol, coctelería a domicilio ha sido nuestra preocupación últimamente.

 

Para la gente que vaya a visitar tu local, ¿qué dos cócteles no se puede perder?

‘Rock and ron’, ‘Arraps i Carícies’, ‘Mores i Bagots’, ‘Juventud divino tesoro’ y ‘Apple fizz’, son 5 tragos de autor que gustan muchísimo. 

«Rock and ron»… Fue el coctel con el que ganamos la 3ª ruta del coctel en Onda. Un homenaje al trabajo en equipo, ya que está hecho por el equipo Druida. Muy fresco y afrutado. Gusta a todo el mundo.

«Arraps i Carícies»… Lo presenté a un concurso prácticamente sin tiempo y resultó premiado como 3er mejor trago. Recuerda a una piña colada con mango.

«Mores i Bagots»… Es una versión del clásico Moscow Mule, con uva y mora. Quien lo prueba dice que pasa a ser su trago favorito.

«Juventud Divino Tesoro»… Se lo dediqué a un profe del cole del que guardó muy buenos recuerdos, fue un regalo para su jubilación.

«Apple Fizz»… Un trago refrescante, ideal para una sobremesa, es uno de los que más preparamos.

 

¿Compartirías alguna de tus recetas con nosotros? 

Por supuesto que si.

“Juventud divino tesoro”:

-Old Tom gin, No Mistake (podéis poner Gin Seven)

-Sirope de rosas

-Clara de huevo

-Lima

-Gingerbeer

 

¿Quién ha sido tu mayor referencia en este mundillo?

Siempre me he apoyado en la gente de mi zona, amigos y grandes profesionales como Toni Cortés o Jesús Mora han sido de gran ayuda para mi.

 

¿Algún consejo para alguien que quiera ser Barman o que esté en sus inicios?

Humildad, pasión y sacrificio.

 

En el tiempo que llevas trabajando debe haber visto muchas cosas y conocer muchas personas. ¿Cuál fue un momento que hasta la fecha no podrá olvidar?

El primer premio que recibimos en 2013 en una ruta del gin-tonic. Fue el resultado de un gran trabajo en equipo. Desde entonces, todo fue más sencillo. Tener gente al lado con la que puedas confiar es fundamental.

 

¿Alguna anécdota que no puedes dejar de contar?

Recuerdo hace unos años que celebrábamos los cierres del Druida al ritmo de ¡Fliyng free! El primero fue brutal y fue costumbre durante una buena temporada.

 

¿Algún libro de cócteles que recomendar?

«El libro del Bar y de los cócteles» de André Domine.

 

¿Qué música te gusta escuchar cuando preparas tus creaciones?

Me gusta casi todo tipo de música. Lo que más ponemos es Queen, Elvis, Jackson, George Harrison y también rock español.

 

¿Qué cóctel te gusta beber?

Pisco sour, margarita, daiquiri o negroni son mis favoritos, pero destacaría la Margarita.

 

¿Qué cóctel te gusta preparar?

Más bien… ¡No me gusta preparar los cócteles de batidora! (sonríe). Me encanta preparar un buen Negroni escanciado.

 

¿Cuál es la botella que no puede faltar en tu casa?

Una botella de Belvedere.

 

¿Y en tu barra hay alguna botella especial?, ¿algo único?

Gin No Name, me parece magia embotellada. Un producto de Segorbe, 100% artesanal que elabora mi amigo José. ¡Es una auténtica maravilla!

 

¿Alguna herramienta de bar preferida?, ¿algún fetiche tal vez?

Mi coctelera personalizada. Fue un regalo de todas mis compañeras de trabajo y ¡me hizo una ilusión tremenda!

 

¿Algún barman de la nueva generación que respetes o admires?

Pascual Fernández Della y Carlos Llaves. Son el resultado del esfuerzo, el trabajo y el estudio que han llevado a cabo durante años.

 

Un bar en el mundo…

Canalla en Castellón de la Plana.

 

¿Qué opinión tienes del actual resurgimiento de la coctelería?

Repito lo de antes, somos tendencia, pero debemos seguir con la profesionalización y formación de los bartenders para que esto no sea una época dorada más como las que ya ha vivido el sector durante el siglo XX, sino algo que se perpetúe al mismo nivel de la restauración.

Terminamos la entrevista a Manú en su casa, en Druida Bar & Drinks, un local que cobija a los clientes y les hace sentir parte del lugar. No dejes de visitarlo y déjate sorprender.